martes, 25 de agosto de 2009

El Nuevo liderazgo y una nueva etapa.

Cuando hablamos de un nuevo camino, de una nueva experiencia o una nueva etapa en nuestras vidas, lo primero que debemos hacer es cerrar capítulos. Dejar atrás todo aquello que nos ha impedido continuar avanzando en el camino. Luego debemos conocer lo que nos hace felices y lo que queremos para nuestras vidas, y así poder trazar una ruta. Si es necesario volver a lo esencial, volvamos a lo esencial, mientras la trayectoria esté llena de enseñanzas y aprendizaje, nos hacemos más sabios al andar; así que no teman volver a lo esencial, porque sin duda esto nos ayudará a emprender una nueva etapa.

El significado de la vida puede descubrirse a través del crecimiento personal. La aclaración es la visión final, donde usted ve todo con una nueva luz. El crecimiento personal sucede por defecto y la misma vida lo fuerza para que se de. El crecimiento personal se puede definir como la evolución del conocimiento, es por esto que los grandes maestros son estudiantes eternos.

Para comenzar una nueva etapa debemos adaptarnos al cambio, la adaptación ocurre cuando se aprende la nueva información. Esta información cambia la estructura del desafío y nos ayuda a enfrentar los retos para abrirnos caminos. Disfruten, dupliquen y aprovechen cada una de las capacitaciones que les brindamos en TravelOne, la actualización y capacitación son pilares para la proyección. Edifiquemos la nueva ruta a través del nuevo liderazgo.

La vida nos está planteando constantemente desafíos, y nosotros estamos aprendiendo incesantemente cómo adaptarnos a estas presiones. Cada desafío resuelto con éxito nos da paso al siguiente escalón, para seguir creciendo.

Hoy quiero compartirles las dos trayectorias del crecimiento, estas son la vertical y la horizontal.

El crecimiento vertical.
Cuando estamos aprendiendo algo nuevo, ese conocimiento nos muestra una nueva realidad. En nuestro caso, empezar un nuevo negocio o impulsar el que tenemos, es un crecimiento vertical.

El crecimiento horizontal.
Se encarga de integrar la nueva información. Usted se está ajustando a los cambios, estimulado por el crecimiento vertical; y así comienza a experimentar nuevas experiencias, actitudes y enfoques para lograrlo. Esto también lo hace crecer y madurar, además, este crecimiento también avanza en tres niveles: egocéntrico, etnocéntrico, y mundo-céntrico. Cada uno es una etapa de desarrollo.

En la etapa egocéntrica, su foco está en mejorar su propia experiencia personal.

En la etapa etnocéntrica, su foco está en mejorar a su grupo.

En la etapa mundo-céntrica, su foco está en mejorar las cosas para cada uno.

Cuantos más desafíos Usted supere, adquiere la habilidad para desarrollarse más y habitar una etapa más alta. Mientras que el crecimiento sucede por defecto, este también puede ser dirigido, o ser estimulado. Entonces busque sus estímulos, crea en Usted, crea en su meta, en su equipo y proyecte su norte. Salga a recorrer los caminos para enfrentar los retos y cumplir con las etapas que debemos superar para llegar siempre a una meta más alta.
Para poder atraer más abundancia a nuestras vidas, ya sea espiritual o material; no sólo necesitamos ser más conscientes de que es lo que nos impide recibir mas o avanzar en el camino, también debemos capacitarnos, aceptar los retos como un desafío para el cambio que nos generará crecimiento y enfrentar lo nuevo con liderazgo consciente, para abrir caminos.

Que hoy sea el primer día, de los días que queremos vivir.

Héctor Valdés.
Presidente y fundador de TOI
http://lavisiondelexito.blogspot.com/

lunes, 24 de agosto de 2009

Quieres ser águila o gallina

"Si la única herramienta que posee es un martillo, pensará que toda cosa que se le presente se parecerá a un clavo."
Mark Twain


Dentro de cada uno de los seres humanos existe el águila o la gallina, ¿Cual de ellas domina en tu interior?.

Todos queremos ser felices y alcanzar el éxito, pero buscamos de una forma equivocada, la felicidad plena y el éxito no se encuentran fuera, se encuentran en el interior de tu propio ser. La solución a todos tus problemas, a todas tus angustias, el poder convertir en realidad tus sueños y alcanzar todas tus metas, se encuentran en tu mente. Todo lo que necesitas hacer es escuchar tu propio subconsciente.

Un antiguo cuento indio nos enseña la indiscutible verdad de nuestras creencias interiores y su poder en el desarrollo pleno del ser:

Un guerrero indio se encontró un huevo de águila, el cual recogió del suelo y colocó más tarde en el nido de una gallina. El resultado fue que el aguilucho se crió junto a los polluelos.

Así, creyéndose ella misma gallina, el águila se pasó la vida actuando como éstas. Rascaba la tierra en busca de semillas e insectos con los cuales alimentarse. Cacareaba y cloqueaba. Al volar, batía levemente las alas y agitaba escasamente su plumaje, de modo que apenas se elevaba un metro sobre el suelo. No le parecía anormal; así era como volaban las demás gallinas.

Un día vio que un ave majestuosa planeaba por el cielo despejado.

Volaba sin casi batir sus resplandecientes alas dejándose llevar gallardamente por las corrientes de aire, la luz del sol acariciaba su plumaje mostrándola como un ser casi divino.

-¡Qué hermosa ave! -le dijo a la gallina que se hallaba a su lado. ¿Cuál es su nombre?

-Águila, la reina de las aves - le contesto ésta. Pero no te hagas ilusiones: nunca serás como ella.

El águila dejó, en efecto, de prestarle atención.

Y con el tiempo murió creyendo que era gallina…

Este cuento nos enseña la fuerza que tienen los pensamientos.
Tu cerebro, tu mente es la maquinaria del potencial ilimitado de tu ser, ahí es donde puedes programar tu misión en la vida, tus sueños, tus valores y principios, pero también, es donde puedes programar tu incapacidad, tus limitaciones, tus frustraciones, tus miedos, y falsas expectativas acerca de ti mismo.
Así como puedes ver, el resultado positivo o negativo que obtengas en la vida, depende básicamente de lo que depositaste en tu mente.

La miopía mental, no nos permite vislumbrar las capacidades y potenciales que todos los seres tenemos para triunfar. Si tu crees que puedes lo harás.
El llamado al éxito y la riqueza es un llamado universal, no es un llamado para unos cuantos, ya que nadie fue creado para ser un mediocre.

Tú naciste con una misión especial en la vida, que Dios te ha dado, pero que posiblemente no has hecho valer. Tu paso por este mundo no es una simple casualidad, más bien es una causalidad.

Para diferenciar casualidad y causalidad entendamos el siguiente principio.

-Si tu auto esta estacionado en la vía publica y de improviso se parte una enorme rama y le cae encima haciéndolo añicos… esta es una casualidad.

-Si vas a estacionar tu auto en la vía pública, y ves que están talando árboles los trabajadores del servicio municipal, y te comentan que una rama puede caer en el auto si lo estacionas ahí, y no te importa y lo estacionas. La rama cae justo encima del auto haciéndolo añicos… esta es una causalidad. Tu fuiste el causante de la circunstancias.

Entonces podemos retomar que tu paso por este mundo es una causalidad. Tu estas en este mundo por algo, existe una causa del para que vivas, pero solo tu tienes el derecho de hacer valer tu propia causa o puedes optar por negarte la oportunidad y seguir siendo una gallina.

Muchos me preguntan ¿Francisco, como puedo saber cual es mi misión en esta vida?

-Yo no te puedo decir a ti lo que tienes que hacer, pero te puedo decir lo que han hecho otros.-

La Madre Teresa de Calcuta, se hacia la misma pregunta y pidiendo consejo a su director espiritual sobre su vocación le pregunto:
¿Cómo puedo saber que Dios me llama y para que me llama?
El le contestó:
-Lo sabrás por tu felicidad interior. Si te sientes feliz por la idea de que Dios te llama para que le sirvas a El y a tu prójimo, ello será la prueba de tu vocación. La profunda alegría del corazón es como una brújula que indica la dirección a tomar en la vida, Uno tiene que seguirla, incluso cuando esa brújula lo conduce por un camino sembrado de dificultades.-

El descubrir tu potencial de ser águila en esta vida, exige de tu parte el compromiso de volar alto y para llegar a esto tendrás que afinar algunos puntos en tu interior:

1- Cambiar de mentalidad y darte cuenta que si puedes hacerlo, si otro lo a echo, ¿Por que tu no? Lo que tu mente puede crear y creer lo puede realizar.

2- Compromete tu ser con tu misión en la vida, todo lo que hagas hazlo con amor y con la mentalidad de servir a los demás. Y cuando vueles disfrútalo, sin importar los resultados inmediatos.

3- Si fallas, no decaigas, regresa al camino, rectifica en lo que te equivocaste y vuelve a intentarlo. El águila que alcanza dominar las alturas, es aquella que también conoce el dolor de una fuerte caída. Fracaso no significa que debemos darnos por vencidos, -Denota que tenemos que luchar con mayor determinación para lograr el éxito-

4- Date cuenta que no estas solo, Dios esta contigo, si tu fe es lo suficientemente poderosa y te entregas de corazón a su voluntad, él nunca fallara. El ser humano es imperfecto Dios es perfecto. Si tú te equivocas él no.

5- Ponte metas altas y lucha por alcanzarlas. Nunca dejes tus metas inconclusas, lucha y esfuérzate por ganar, solo aquel que da la milla extra en la carrera, encontrara la meta. Esfuérzate por alcanzar la meta. -Ganar ¿Acaso hay otra alternativa?-

6- Rodéate de estrellas en la vida, para alcanzar una estrella aprende de ellas. Si solo te rodeas de gente negativa, violenta, sin escrúpulos, pronto te convertirás en lo mismo. Lucha por mantener dentro de tu círculo de amistades solo a personas con valores y aprende de ellas. Aquel que realmente te quiere es aquel que te reta a superarte.

7- Traza un plan y trabaja arduamente para lograr los objetivos deseados, solo aquel que sabe a donde va, llegara a su destino con certeza. No escatimes tiempo en el planear, este se convertirá en tu mapa para alcanzar tus sueños, cada vez que se te olvide el camino busca el mapa y retoma el camino para alcanzar tu meta. “Siempre daré un paso más. Si ése no es suficiente daré otro y aún otro. En realidad, un paso a la vez no es muy difícil.”

El fracaso tiene mil excusas, y el éxito no requiere explicación. Cada vez que no logramos algo tenemos una magnifica disculpa, el mediocre busca instintivamente una justificación para su fracaso y por supuesto siempre juega el papel de victima, de gallina. ¿Y tú que eres un águila o una gallina?

Por Luis Barrionuevo
Fundador del Grupo Atrévete.
www.atrevete.com.pe

sábado, 22 de agosto de 2009

Bambú Japones

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante. También es obvio que quien cultiva la tierra no se para impaciente frente a la semilla sembrada y grita con todas sus fuerzas:
Crece, vamos, crece ya!

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un periodo de solo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros! Tardo solo seis semanas crecer? No. La verdad es que se tomo siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que este requiere tiempo.

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.

De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada esta sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante. En esos momentos (que todos tenemos), es bueno recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que, en tanto no bajemos los brazos y no abandonemos por no 'ver' el resultado que esperamos, sí esta sucediendo algo dentro de nosotros: estamos creciendo, madurando.

Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice. El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.